Como el día anterior, las campanas y petardos inician nuestro
día. Buscamos un sitio para desayunar antes de ir a la plaza a buscar a los
guías independientes Alex y Raúl, para visitar los poblados de San Juan Chamula
y San Lorenzo Zinacatán. A las 8:30 se acerca Raúl y nos comenta que tenemos
una horita más, así que decidimos dar una vuelta aprovechando que la ciudad
está tranquila.
Ah! Que no lo hemos comentado. San Cristóbal es una ciudad de estilo colonial con casitas de colores, pero tiene dos caras: de día y de tarde-noche. Por la mañana puedes pasear tranquilamente viendo a los “lugareños” hacer su vida, y por la tarde- noche… uf! Está llena de turistas y gente extranjera que ha venido aquí a ganarse la vida, dándole al centro de la ciudad un ambiente hippie. Excesivo para nuestro gusto, ya que se crea un ambiente no muy auténtico.
Ah! Que no lo hemos comentado. San Cristóbal es una ciudad de estilo colonial con casitas de colores, pero tiene dos caras: de día y de tarde-noche. Por la mañana puedes pasear tranquilamente viendo a los “lugareños” hacer su vida, y por la tarde- noche… uf! Está llena de turistas y gente extranjera que ha venido aquí a ganarse la vida, dándole al centro de la ciudad un ambiente hippie. Excesivo para nuestro gusto, ya que se crea un ambiente no muy auténtico.
A las nueve y media, como clavos estamos en la cruz que hay
delante de la iglesia y con algo de retraso, comenzamos el tour. Nuestro guía
es Raúl, y coincidimos con una familia de Cantabria durante la visita a las dos
comunidades.
Comenzamos en San Juan Chamula, visitando el cementerio de
la iglesia antigua, la casa de los mayordomos de la Virgen de Guadalupe y
después de dar un paseo por el pueblo, acabamos en la actual iglesia.
No es como podemos imaginar una iglesia al uso. Se encuentra
repleta de imágenes de santos. Sin embargo, desde que el clero fuera expulsado
en 1870, ya no se ofician misas, y los indígenas de la comunidad,
pertenecientes al grupo tzotzil, realizan sus ritos de sanación y sus ofrendas
en ella. Los colores y cantidad de velas tienen su simbología, al igual que la
ofrenda de huevos, de coca-cola y el sacrificio de gallinas o gallos. Todo un
espectáculo digno de presenciar.
Apenas 1 km más allá de San Juan Chamula está San Lorenzo de
Zinacantán. Hoy están de fiestas y además de torneos de futbol y baloncesto,
todos sus habitantes lucen su colorido traje de gala de color morado y adornado
con infinidad de flores. El ambiente del pueblo es espectacular. Visitamos su
iglesia llena de centros de flores hechos por los hombres y terminamos
visitando una casa en la que nos enseñan su forma de vida. Nos preparan unas
tortillas y probamos el posh.
Ya de regreso a San Cristóbal, compramos los billetes de
autobús y damos la última vuelta a la ciudad, ahora ya llena de gente.
Bueno, y alguno aprovecha para hacer unas compritas... Hoy toca cenar en una taquería, rica, rica.
Bueno, y alguno aprovecha para hacer unas compritas... Hoy toca cenar en una taquería, rica, rica.
2 comentarios:
Mola, es como viajar escondidos en vuestras mochilas...A seguir bien. Besos. Viva México!!!
PD: mucho coco loco!!!
Por fin he podido encontrar un momento para leer vuestras aventuras.
Por cierto, muy rico el jamón. Menos mal que salió verde!
Seguid disfrutando y contándolo.
ML
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