A las 7 de la mañana llegamos a Mérida con un trayecto de
noche tranquilo. La única parada inesperado ha sido la del personal de
inmigración para pedir la identificación a todos.
Rápidamente encontramos el hotel, y tras darnos una ducha
nos dirigimos a la plaza para desayunar y preguntar unas cuantas cosas en la
Oficina de turismo.
Con toda la información decidimos ir a Uxmal hoy por la
mañana por nuestra cuenta, ya que los precios por aquí parece que empiezan a
dispararse. Además al contrario que los lugares anteriores, no hay demasiadas
dificultades para poder llegar.
Uxmal es otra ciudad maya impresionante. Llegamos a las 12 y
el calor es muy sofocante. Los edificios están bastante bien conservados y
destacan por su ornamentación. Comenzamos por la Casa del Adivino que en este
caso es una pirámide de base ovalada; después el cuadrángulo de las Monjas; y la
Gran Pirámide. Menuda subida… Por el
momento observamos las vistas más impresionantes. Hacemos un descanso antes de
comenzar el descenso y … llegamos sanos y salvos.
Terminamos de ver algunos edificios más del complejo y a
esperar al autobús. Al igual que en la ida, viene con retraso. Y a pesar de ser
de los primeros en llegar al paradero del camión (léase parada del bus), le
toca discutir a Paco con los vivos que habiendo llegado después se suben antes.
Ole sus cojo… Se ve que cuando hay hambre, calor y ganas de llegar a casa da igual
ser francés, que fea… Como dicen en mi pueblo: el que más chifle capador. Por
suerte, conseguimos sentarnos aunque separados. Peor les fue a una docena de
personas que tuvieron que hacer el viaje de hora y media de pie.
Ya en Mérida, tomamos algo de comida-merienda-cena y damos
un largo paseo por el centro para conocer un poquito más la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario