miércoles, 20 de agosto de 2014

18 Agosto. Nadando con el Tiburón Ballena- Isla Mujeres- Cancún

En Cancún nos alojamos en un hostal algo peculiar, así que toca prepararnos el desayuno. Después cogemos nuestros equipos de “snorkel” y nos montamos en el taxi que nos lleva a Punta Sam. Es desde aquí desde donde salen los barcos para nadar con el tiburón ballena: el animal acuático más grande del mundo y vegetariano, por cierto.

La aventura no empieza demasiado bien: nuestro barco no viene a buscarnos, pero nos reubican en otra embarcación y con más de una hora de retraso, iniciamos nuestra aventura. El mar digamos que, estaba por lo menos, por lo menos, algo movido y pasamos un cuarto de viaje planeando y saltando, el resto, navegando.


El segundo punto crítico fue que casi no encontramos al resto de los barcos, ya que por evitar la parte de Caribe que estaba más revuelto, dimos un pequeño o gran rodeo, no sabría decirlo con seguridad.
Por fin llegamos a la zona en la que se encontraba el tiburón ballena. Preparamos nuestros equipos y, al agua.

Son animales muy grandes, muy tranquilos, y es espectacular poder nadar cerca de ellos y contemplar su curiosa piel negra moteada de blanco.

Sin embargo, debo decir que aunque la experiencia en muy bonita, es sólo para estómagos a prueba de mareos. Paco que todos sabéis que es un experto nadador, bajo una vez, nado junto al tiburón ballena y pasó el resto del tiempo mirando al horizonte mientras Elba disfrutaba de la experiencia. Efectivamente, se mareó. Como consuelo debo decir, que a otra chica de nuestro barco le pasó lo mismo, y que del resto de los barcos eran varias las cabezas que asomaban hacia el mar. La verdad es que nadar en mar abierto además de muy cansado, resulta muy mareante. 
Después comida en la playa norte de Isla Mujeres y vuelta a Punta Sam.



Nos queda toda la tarde por delante, por lo que decidimos coger un bus a la zona hotelera y pasar un rato en playa delfines. Una playa pública con sombrillas y duchas, visitada principalmente por lugareños.
Por cierto, que la zona hotelera de Cancún, no tiene nada que ver con Cancún.  Para gustos los colores. Para nosotros, no.


Cenamos unos supernachos en el parque Las Palapas, un paseíto y a descansar.


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