La mañana la dedicamos a visitar Valladolid. Comenzamos por el
Palacio del Gobierno, en el que hay unas pinturas muy chulas que reflejan la
historia de la ciudad.
A las 10 en punto vamos a la casa de los Venados que nos
han recomendado en el hotel. ¡Y menuda casa! Tardaron 10 años en restaurarla y
actualmente está llena de venados y catrinas (esqueletos vestidos de mujer).
Vemos las diferentes suites en las que se alojan personas famosas, y… no
podemos calcular la cantidad de dinero que hay allí metido. Incluso conocemos
al dueño que, la verdad sea dicha, no ha querido hacer negocio con su casa. Al
terminar la visita dejas la voluntad y él lo dona para ayudar a personas
necesitadas y con discapacidad. Así que la visita merece doblemente la pena.
Después vamos a la Iglesia de la Candelaria, pero está
cerrada así que continuamos hasta el Templo de San Bernardino y Convento de
Sisal. Damos una vuelta y recogemos nuestras cosas para coger un bus hacia
nuestro nuevo destino: Cancún.
En Cancún hace muchísimo calor. Buscamos alojamiento, comemos
algo e iniciamos las gestiones que teníamos pendientes. Contratamos el tour
para nadar con el tiburón ballena en el mismo hostal. Llegamos en taxi hasta
las oficinas de Dolphin Discovery para realizar el pagado del nado con delfines
del próximo viernes y miramos los horarios de bus a Tulum, que será nuestra
siguiente parada. Todo sale bien, así que unas cervecitas para celebrarlo, y a
dormir, que el lunes promete emociones fuertes.
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