miércoles, 20 de agosto de 2014

16 Agosto. Ek Balam- Cenotes

Valladolid es una ciudad pequeñita bastante cercana a Chichén Itzá. Imaginamos que por esta razón la mayoría de turistas hacen sólo una pequeña parada en su ruta sin llegar a dedicar tiempo en ella. A nosotros nos viene muy bien para tomarnos un pequeño descanso (algo casual, eso es cierto) y ver unas algunas cosas que nos interesaban. Eso sí, a nosotros nos ha gustado bastante.

Nuestro primer punto de visita en Valladolid es Ek-Balam, unas pequeñas ruinas mayas, en las que destaca fundamentalmente una serie de esculturas que forman parte de su impresionante acrópolis.


Madrugamos para hacer la visita, pero a pesar de ello, no conseguimos evitar el calor que se hace más insoportable conforme avanza la visita. Pero hoy no nos preocupa. ¿Por qué? Porque otra de las razones que hace que nos quedemos en Valladolid, son sus cenotes. Y casualmente, junto a Ek Balam, está el cenote X-canché, al que se accede por una empinadísima escalera, que lo hace muy espectacular. Nada más visitar las ruinas, aprovechamos para darnos un baño y refrescarnos.


Tras el baño, ya un poco menos sofocados, volvemos a Valladolid, comemos algo en el restaurante que hay frente al hotel y buscamos otro colectivo (en este caso son taxis compartidos) para ir a los cenotes X´Keken y Samulá, que se encuentran en Dzitnup, una pequeña localidad a unos 15 minutos en coche de Valladolid.
Nos sorprenden bastante, ya que son cenotes prácticamente cerrados y en X´keken hay un grupo de estalactitas y estalagmitas que lo hacen muy espectacular. La verdad es que los cenotes nos está ganando el corazón.




Cierran a las cinco, así que taxi de vuelta al hotel, bañito en la pisicina, visita a la tequilería “Los 3 Toños”, al museo del cacao (ambos con degustación incluida), paseo por la calzada de los frailes, en la que hoy no sabemos porque hay diferentes actuaciones musicales, cenita en “nuestro” restaurante y a descansar, que mañana nos vamos a Cancún.

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