El día comienza haciendo las mochilas para después coger un
bus que nos llevará a Tulum. Nos toca esperar media hora que aprovechamos para
desayunar.
Ya en Tulum, Paco ojea un par de alojamientos y al final
optamos por el hotel casa Rosa. Nos tomamos un respiro para descansar, que este
calor agota a cualquiera… Y ya recuperados, comemos y decidimos ir al Gran Cenote
en taxi, ya que cierra a las 5 y media y sino casi no tendremos tiempo de
disfrutarlo. La otra opción era alquilar una bici, pero lo dejaremos para otra
ocasión.
Este cenote es abierto, aunque tiene varias cuevas a las que
se llega nadando. Pero lo más espectacular es que hay bastantes peces y
tortugas que vas encontrando mientras haces snorkel. Eso sí, el agua está un
poco fría. Nos metemos varias veces hasta que el frío puede con nosotros.
Como aún es pronto le pedimos al taxista que nos deje en una
playa. Nos recomienda Playa Paraíso y ahí agotamos el resto de la tarde. Además la gente ya se empieza a marchar, así
que podemos disfrutar de la playa un poco más tranquilos.
Después de la ducha vamos a cenar al Camello y nos comemos
un par de pescados a la plancha: uno con salsa de ajo y el otro a la
veracruzana. La verdad es que estaban para chuparse los dedos.
Toca descansar que mañana tenemos un día intenso.
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