Tras la agradable estancia en Udaipur, nos queda dar los últimos coletazos a nuestra estancia en India. Primero visita relámpago a Jaipur y por fin llegada a Delhi para apurar las últimas horas de estas vacaciones.
Tras un viaje en "slepper" bastante tranquilo, pero con muchísimo calor, llegamos a Jaipur sobre las 6.00 de la mañana, con el objetivo de hacer que el día nos cunda lo máximo posible. Así que tras un triste "chai" en una cafetería de la estación, echamos a andar hacia el centro de la ciudad, para buscar cualquier restaurante en el que poder desayunar algo. Tras dos primeros intentos fallidos, descubrimos que la tarea va a ser difícil. Por fin, tras casi hora y media "paseando" por fuera de la muralla de la ciudad, conseguimos desayunar.
Con energía renovada, buscamos un ricksaw, con la idea de tenerlo toda la mañana para nosotros, y pusimos rumbo al fuerte de Amber.
Llegamos a la entrada compartiendo las últimas rampas de acceso con los elefantes que usan para llevar a los turistas desde las faldas de la colina hasta la plaza del castillo. Sacamos una entrada combinada para varios monumentos de la ciudad, y comenzamos la visita utilizando la guía, aunque enseguida pasamos a ir a nuestro aire, esquivando a los grupos de turistas grandes, pero haciendo oreja cuando oíamos a algún guía chapurrear español. El fuerte es espectacular, así que lo disfrutamos hasta más de media mañana.
Tras el fuerte, discusión con el conductor, ya que como le habíamos dicho de estar con él hasta las 14.00 y todavía eran las 12.30, decidimos parar en los cenotafios de los maharajás. Pero según él, sólo lo habíamos "contratado" hasta las doce. Así que llegamos a un segundo acuerdo: nos lleva donde queríamos, pero ya no nos espera a la vuelta. Tras la visita, andamos un rato hasta una zona de civilización y otro ricksaw para volver al centro.
La última visita antes de comer fue el Palacio de los vientos. Un palacete en medio de la ciudad, muy típico y bastante chulo. Después parada a comer en un restaurante de snacks, recomendado por un autóctono, en el que mucho extranjero no debía entrar, porque nada más poner un pie dentro, todo el mundo nos miró bastante extrañado.
Tras el picoteo, visitamos lo que para lo dos fue la gran sorpresa de Jaipur (sorpresa positiva, claro), el Jantar Mantar. Un observatorio en el que todos los instrumentos, son construcciones de un tamaño enorme!!!! Aquí, hasta nos cogimos audioguía para intentar enterarnos lo que era cada instrumento.
Para acabar de ver todo lo previsto, subimos al Iswari Minar y visitamos el Albert Hall. Después recorrimos los porches de los diferentes bazaares y tras asistir a un festival callejero bastante colorido y peculiar, decidimos dar por finalizada nuestra visita express a Jaipur y nos desplazamos hasta la estación de trenes. La aventura de este año, va llegando a su fin
Tras un viaje en "slepper" bastante tranquilo, pero con muchísimo calor, llegamos a Jaipur sobre las 6.00 de la mañana, con el objetivo de hacer que el día nos cunda lo máximo posible. Así que tras un triste "chai" en una cafetería de la estación, echamos a andar hacia el centro de la ciudad, para buscar cualquier restaurante en el que poder desayunar algo. Tras dos primeros intentos fallidos, descubrimos que la tarea va a ser difícil. Por fin, tras casi hora y media "paseando" por fuera de la muralla de la ciudad, conseguimos desayunar.
Con energía renovada, buscamos un ricksaw, con la idea de tenerlo toda la mañana para nosotros, y pusimos rumbo al fuerte de Amber.
Llegamos a la entrada compartiendo las últimas rampas de acceso con los elefantes que usan para llevar a los turistas desde las faldas de la colina hasta la plaza del castillo. Sacamos una entrada combinada para varios monumentos de la ciudad, y comenzamos la visita utilizando la guía, aunque enseguida pasamos a ir a nuestro aire, esquivando a los grupos de turistas grandes, pero haciendo oreja cuando oíamos a algún guía chapurrear español. El fuerte es espectacular, así que lo disfrutamos hasta más de media mañana.
Tras el fuerte, discusión con el conductor, ya que como le habíamos dicho de estar con él hasta las 14.00 y todavía eran las 12.30, decidimos parar en los cenotafios de los maharajás. Pero según él, sólo lo habíamos "contratado" hasta las doce. Así que llegamos a un segundo acuerdo: nos lleva donde queríamos, pero ya no nos espera a la vuelta. Tras la visita, andamos un rato hasta una zona de civilización y otro ricksaw para volver al centro.
La última visita antes de comer fue el Palacio de los vientos. Un palacete en medio de la ciudad, muy típico y bastante chulo. Después parada a comer en un restaurante de snacks, recomendado por un autóctono, en el que mucho extranjero no debía entrar, porque nada más poner un pie dentro, todo el mundo nos miró bastante extrañado.
Para acabar de ver todo lo previsto, subimos al Iswari Minar y visitamos el Albert Hall. Después recorrimos los porches de los diferentes bazaares y tras asistir a un festival callejero bastante colorido y peculiar, decidimos dar por finalizada nuestra visita express a Jaipur y nos desplazamos hasta la estación de trenes. La aventura de este año, va llegando a su fin
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